sábado, 8 de agosto de 2009

EL DEBATE DE LAS 65 HORAS, LA ESCLAVITUD HECHA LEY

Hace apenas unos meses se dio la noticia que aún a much@s les cuesta creer. Los ministros de trabajo de la UE llegaron al acuerdo de ampliación de la jornada laboral a 65 horas. Una de las excusas argumentadas para ello era el de no considerar tiempo de trabajo las horas que no ejerce el personal médico que se encuentra de guardia. Con esta ampliación se pretendería compensar estas “horas muertas”. ¡Pobres enfermeros! Sin embargo esta idea no acabaría en el ramo de los sufridos sanitarios. Se pretende que también sea extensible a otros sectores, según ellos con matices, en principio 60 horas ampliables a 65 según el tipo de trabajo, principalmente la sanidad. Casi nada…
Estas anormales ideas de las que ahora ha habido un cierto eco mediático y se ha enterado la población en general llevan ya varios años gestándose. Varios países de la Europa del Este, junto con Reino Unido, Alemania, y más recientemente Francia e Italia, son partidarios de esta medida. Capitalistas europeos de la mano de políticos de la peor calaña están presionando para ello, con la idea en principio de competir en el mercado de la globalización frente a países tercermundistas donde la producción sale más barata. La medida, según dicen, no sería obligatoria en todos los casos y podría ser negociada entre empresario y trabajador. Y yo me río de esta supuesta negociación, donde el poder de decisión frente al empresario es mínimo ante la amenaza del paro o el despido, donde la fuerza está en manos del poseedor de los medios de producción.
¿Y que supondría la normalización de este horario laboral de 65 horas sobre las personas? Imaginemos que si literalmente se extendiera este horario serían unas trece horas de trabajo al día, si contamos de lunes a viernes. Con ello quedarían once horas libres al día para alimentarse, dormir y el ocio. Si lo pensamos no darían para mucho, más teniendo en cuenta que lo recomendado para la salud es que 8 horas ya las dediquemos al sueño. Esta barbaridad supondría retroceder a las penosas existencias de los trabajadores del siglo XIX. Un horario tan brutal produciría estrés, problemas físicos por agotamiento, problemas de sociabilidad, tristeza generalizada, incapacidad de autorrealización y una amplia gama de trastornos mentales podrían dispararse. En definitiva, algo parecido a la muerte en vida…
Quizás esta ampliación no sea hasta las 65 horas justas en todos los casos, pero si que esta directiva pretende una ampliación generalizada en todos los puestos de trabajo. Ello podría convertirse en realidad cuando la Eurocámara realice la votación este próximo diciembre. Parece que los políticos españoles están mayoritariamente en contra y que intentarán bloquear esta medida, al menos en España hay posibilidades de que no se aplique. Sin embargo, como anarcosindicalistas no nos fiamos de los políticos y creemos que hay que estar atentos porque nos la pueden colar. La negativa española no ha sido tan firme como era de esperar y su postura es más bien minoritaria. Por otra parte no hay que olvidar las mentiras de los mismos que a principios de los 80 gritaban OTAN no y a los pocos años presidían la susodicha organización militar. La palabra del político es más falsa que un billete de 6 euros….
Desde CNT pensamos que solo la presión y protesta popular pueden ser un freno efectivo a estas pretensiones de los ideólogos de esta canallada y por ello animamos a la movilización en contra de estas medidas de esclavización de nuestras vidas y en contra de sus crisis que hemos de sufrir l@s trabajadores/as.

¡POR NOSOTR@S Y POR NUESTR@S HERMAN@S,TRABAJADORES DE EUROPA, NO A LAS 65 HORAS!

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