A las 2 de la mañana del uno de enero, un policía disparó y asesinó a un joven de 22 años, Oscar Grant, en la plataforma de Fruitvale BART Station, en Oakland. El BART (Bay Area Rapid Transit) es la línea de trenes y metros que comunica las tres ciudades de la Bahía de San francisco: Oakland, Berkeley y San Francisco.
Testigos cuentan que Grant estaba "tumbado sobre su estómago con las manos a la espalda en una posición no amenazante cuando fue disparado". La policía ha confirmado que Grant estaba desarmado y ha sugerido que el disparo fue un accidente, que el arma del policía se disparó mientras él y otros cuatro respondían a la llamada de que dos grupos de jóvenes estaban luchando en un tren que venía de San Francisco y que seguía la ruta hasta Dublin/Pleasanton station.
La policía no ha rebelado el nombre del oficial que disparó a Grant. Ha dicho que el oficial ha trabajado para el BART durante dos años, y que tras el disparo ha sido trasladado para ocupar una posición administrativa. No son vigilantes de seguridad, son agentes policiales del estado que gozan de espacios de control en medios de transporte, campus universitarios, etc.
Tras el disparo, los policías requisaron teléfonos móviles de la gente que estaba en la plataforma de la estación y en los vagones del tren argumentando que habían sido usados para grabar lo sucedido.
Durante los dos días posteriores al asesinato la policía sostuvo ante los medios de comunicación que las cámaras de seguridad de la estación no grabaron, pero el viernes por la noche se corrigieron a sí mismos diciendo que las cámaras grabaron pero que no muestran el "incidente".
La familia de Grant ha contratado al abogado John Burris, abogado de Oakland que ha llevado numerosos pleitos contra el Departamento de policía por asesinatos y violencia policial, especialmente contra la población negra, y que trabajó en el juicio de Rodney King contra la ciudad de Los Ángeles.
Testigos cuentan que Grant estaba "tumbado sobre su estómago con las manos a la espalda en una posición no amenazante cuando fue disparado". La policía ha confirmado que Grant estaba desarmado y ha sugerido que el disparo fue un accidente, que el arma del policía se disparó mientras él y otros cuatro respondían a la llamada de que dos grupos de jóvenes estaban luchando en un tren que venía de San Francisco y que seguía la ruta hasta Dublin/Pleasanton station.
La policía no ha rebelado el nombre del oficial que disparó a Grant. Ha dicho que el oficial ha trabajado para el BART durante dos años, y que tras el disparo ha sido trasladado para ocupar una posición administrativa. No son vigilantes de seguridad, son agentes policiales del estado que gozan de espacios de control en medios de transporte, campus universitarios, etc.
Tras el disparo, los policías requisaron teléfonos móviles de la gente que estaba en la plataforma de la estación y en los vagones del tren argumentando que habían sido usados para grabar lo sucedido.
Durante los dos días posteriores al asesinato la policía sostuvo ante los medios de comunicación que las cámaras de seguridad de la estación no grabaron, pero el viernes por la noche se corrigieron a sí mismos diciendo que las cámaras grabaron pero que no muestran el "incidente".
La familia de Grant ha contratado al abogado John Burris, abogado de Oakland que ha llevado numerosos pleitos contra el Departamento de policía por asesinatos y violencia policial, especialmente contra la población negra, y que trabajó en el juicio de Rodney King contra la ciudad de Los Ángeles.
El abogado considera que este es un nuevo asesinato policial, gracias a las imágenes que aportaron numerosos testigos ha podido comprobar como el joven Grant estaba inmovilizado, tirado en el suelo boca abajo y con las manos sujetas en la espalda cuando un agente coge su arma, le apunta y suena el disparo. "Allí no había movimientos y él no estaba tratando de librarse del agente policial. Una pistola no puede dispararse accidentalmente, tienes que tener tu dedo en el gatillo" "Un precio ha de ser pagado. La rendición de cuentas tiene que llevarse a cabo"
Oakland, la ciudad donde nacieron los Panteras Negras vive una situación de violencia extrema, las tasas de muertes violentas son de las más altas de los Estados Unidos. Datos del 2006 recogen los porcentajes de muertes por "comunidades" entre 2001-2005: el 77% fueron negros, el 15.4% latinos, el 3.2% blancos, 2.8% asiáticos, y un 1.6% desconocidos.
Oakland, la ciudad donde nacieron los Panteras Negras vive una situación de violencia extrema, las tasas de muertes violentas son de las más altas de los Estados Unidos. Datos del 2006 recogen los porcentajes de muertes por "comunidades" entre 2001-2005: el 77% fueron negros, el 15.4% latinos, el 3.2% blancos, 2.8% asiáticos, y un 1.6% desconocidos.
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