El póster que encabeza esta entrada es propaganda alemana de 1933 en la que se recomienda ahorrar para poder disfrutar de un “coche KdF propio”. En aquel momento había dos organizaciones en Alemania que se encargaban de cuidar y controlar a la clase trabajadora. Una era la KdF y la otra era la Schönheit der Arbeit.
Cuando hablo de cuidar y controlar, estoy refiriéndome a cosas como que habían prohibido las huelgas y que el ocio no era más que algo accesorio al trabajo, lo vital. Una de sus estrategias era convencer a los proletarios de que trabajando duro llegarían a tener uno de esos grandiosos coches nuevos, como el del póster. Las proclamas eran del tipo: “Ahorra cinco marcos a la semana y consigue tu propio coche”.
Los trabajadores creyeron lo que se les decía y entregaron millones de marcos al plan de ahorro propuesto. Lamentablemente no consiguieron finalmente el coche, pero eso no era lo importante. Lo divertido era ahorrar y soñar.
Por cierto, el coche que era un Volkswagen. Las cosas no han cambiado tanto. Ahora en lugar del cartel este nos hacen anuncios en TV con bonitas señoritas y en lugar ahorrar y luego tener el coche, pagamos el coche y luego devolvemos con el agua al cuello el dinero del auto al banco. Vamos, que no han cambiado las cosas demasiado.
Cuando hablo de cuidar y controlar, estoy refiriéndome a cosas como que habían prohibido las huelgas y que el ocio no era más que algo accesorio al trabajo, lo vital. Una de sus estrategias era convencer a los proletarios de que trabajando duro llegarían a tener uno de esos grandiosos coches nuevos, como el del póster. Las proclamas eran del tipo: “Ahorra cinco marcos a la semana y consigue tu propio coche”.
Los trabajadores creyeron lo que se les decía y entregaron millones de marcos al plan de ahorro propuesto. Lamentablemente no consiguieron finalmente el coche, pero eso no era lo importante. Lo divertido era ahorrar y soñar.
Por cierto, el coche que era un Volkswagen. Las cosas no han cambiado tanto. Ahora en lugar del cartel este nos hacen anuncios en TV con bonitas señoritas y en lugar ahorrar y luego tener el coche, pagamos el coche y luego devolvemos con el agua al cuello el dinero del auto al banco. Vamos, que no han cambiado las cosas demasiado.
Extraido de: http://curistoria.blogspot.com/
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